Origen
El origen del American Staffordshire-Terrier es bastante complejo. Desciende de las razas Old English Bulldog y Old English Terrier. El perro resultante de este cruce llegó a Estados Unidos en el siglo XIX y ya en 1898 se presentaron los primeros representantes de esta nueva raza. En sus comienzos, este perro fue utilizado en peleas de perros y de toros, actividades que se consideran ilegales en gran parte del mundo. Actualmente, el American Staffordshire-Terrier ha dejado de ser un perro agresivo para ser un agradable perro de compañía.
Comportamiento
El American Staffordshire-Terrier es valiente, fuerte, resistente, musculoso, testarudo y tenaz. Debido a estas cualidades ha sido usado como perro de pelea, pero si no se le educa con ese fin, es amigable con los humanos. Siempre está atento a lo que pasa a su alrededor y es un perro protector con su familia y casa.
Aspecto
El American Staffordshire-Terrier es un perro musculoso, ágil y elegante. Su pelo es corto, apretado, duro al tacto, lustroso y puede ser de cualquier color. Tiene una cola corta y generalmente se le recortan las orejas cortas, en semi-rosa o erguidas.
Cuidados específicos
Debido a su carácter y a sus orígenes, el American Staffordshire-Terrieres un perro al que hay que domar desde muy pequeño y al que no le ha de dejar pasar nada durante su educación para que no haya problemas futuros. Aprende con rapidez y es fácil que adquiera malos hábitos.
Es necesario que este perro haga ejercicio regular, puede adaptarse a vivir en un piso si recibe paseos diarios.
Es necesario que este perro haga ejercicio regular, puede adaptarse a vivir en un piso si recibe paseos diarios.
Salud
El American Staffordshire-Terrier es un perro muy saludable, aunque algunos se pueden ver afectados por una cierta tendencia a desarrollar cataratas, problemas de corazón y displasia de cadera.